Mercadeo; esta palabra ha estado de moda en los últimos años y todos «sabemos» que es pero muy pocos logramos definirlo; incluso si buscamos las definiciones de algunos expertos vemos que cada uno lo define diferente, ejemplo:
Philip Kotler lo define de la siguiente manera: «el mercadeo consiste en un proceso administrativo y social gracias al cual determinados grupos o individuos obtienen lo que necesitan o desean a través del intercambio de productos o servicios.»
Según Jerome McCarthy «Es la realización de las actividades que pueden ayudar a que una empresa consiga las metas que se ha propuesto, anticipándose a los deseos de los consumidores y a desarrollar productos o servicios aptos para el mercado.»
Para la American Marketing Asociation (A.M.A.), «el marketing es una forma de organizar un conjunto de acciones y procesos a la hora de crear un producto “para crear, comunicar y entregar valor a los clientes, y para manejar las relaciones” y su finalidad es beneficiar a la organización satisfaciendo a los clientes.»
Mercadeo en las Pymes.
Obtener lo que se necesita, Metas empresariales, Valor y manejo de relaciones con los clientes. Si seguimos buscando encontraremos muchas definiciones diferentes y muy posiblemente todas tienen un grado de verdad, pero esta definición en las compañías principalmente en las PYMES se ha centrado en un sólo término: VENTAS, es cierto que esta es la finalidad de estas actividades pero ¿ Donde queda todo el proceso previo a esta conclusión ?, lastimosamente las pequeñas y medianas empresas esperan medidas relámpago que hagan «sonar» la caja registradora, dejando a un lado indicadores de gestión cualitativos igual de importantes. Algunas tratan de implementar acciones de Marketing pero caen en el error de la inmediatez y dejan esta labor de cultivo y desarrollo a un lado.
Esta es una realidad que vivimos los profesionales en esta bonita labor y para huir del señalamiento en las compañías muchos optamos por la opción de salir a comercializar los productos o servicios del empleador, muchas veces sin ese trabajo previo, sin conocer a fondo a los prospectos, sin analizar el mercado y muchas más acciones que componen una verdadera estrategia de mercadeo, lo cual desemboca en otro síntoma común en un proceso de marketing deficiente: la inconstancia, esta es la principal causa por la cual muchas estrategias «filosofadas» en una reunión de mercadeo con la gerencia terminen archivadas en un cajón junto con las encuestas de satisfacción y los formatos del sistema de gestión de calidad.
El uso de la tecnología ha diversificado un poco las labores de los Marketeros en las pequeñas y medianas empresas pero ha sido una evolución lenta y no va acorde con el ritmo en el que el mundo del marketing está avanzando mundialmente.
Mientras las medianas compañías no rompan esos paradigmas inmediatistas e implementen verdaderas actividades de mercado con todos los elementos que estas cobijan; la realidad es que las empresas seguirán nadando en el charco de la inconformidad e indicadores del 60%.
Con información de P&M.